Día 49 del viaje de Jacob: Stogie's Smokies

Los trabajadores estadounidenses liaban puros en el siglo XIX. Imagen vía Blog de la etiqueta de la caja de cigarros. 12 de septiembre de 1819 Hoy aprendí que no hay nada como disfrutar de una suave fumada con el río corriendo bajo tus pies mientras el sol te dice adiós a otro día. Eso se debe a que Samuel insistió en compartir algunos de sus puros recién comprados con sus compañeros de lancha como un regalo después de la cena. Actualmente los puros no son tan comunes en Estados Unidos, aunque Sam parece saber dónde olerlos en nuestras paradas diarias fuera del barco. Eso es olfatear literalmente, porque estos cilindros de tabaco bien enrollado son picantes y no son aptos para personas débiles de corazón. Pero una calada y pude ver por qué a Sam, o Stogie como lo llamamos, le gustan. Afirma que incluso evitó un posible ataque de los nativos americanos en sus viajes cortejándolos con sus preciados cigarros; ¡Imagina eso! Al pobre Benjamín no le fue tan bien. Una tos, un chisporroteo y un lagrimeo de los ojos terminaron con una palmada en su espalda y Stogie se rió entre dientes, "Más despacio, hijo" mientras le ofrecía un trago de agua de mi cantimplora. Stogie me dice que la parte más difícil de ser un amante de los puros es mantenerlos frescos. Le aseguré que cuando llegue a Cincinnati y establezca mi tienda, un contenedor de cigarros y un humidor estarán en la parte superior de mi lista de productos.